sábado, mayo 14, 2005

Tan tarde termina la tarde

Terrible canto llora el corazón en llamas.
Tristísima la tarde se arrastra y se acongoja.
Quiero tirar la ropa, gritar inmaculada
y arrancarle los pétalos a una mariposa.

Aspas redondas, pequeños pedazos
de la tierra fácil están murmurando.
Giran a la espera de un faro en la niebla
y se quedan sin ojos por vivir soñando.

Estoy aquí, como siempre, encerrada,
lejos del sol que se fue pero estuvo.
El sueño resbala por mi piel de cera.

El corazón no puede soportar la espera.
De tanto llorar se ha quedado mudo.
Ya no quiere ser flor que se canta enjaulada.