jueves, enero 26, 2023



Te respiro en las flores

En la brisa de la tarde

En el viento cítrico, la pimienta y el clavo de olor

 

Te me apareces en las formas ondeantes del sol bajo el agua

En los colores

En la música que te gustaba

En las paredes que toco para sostenerme en pie

Desde que me desangra tu ausencia

 

Qué hermosa y profunda llama sembraste

Mamá preciosa, mi sol y mi estructura,

Manantial inagotable de sentidos

Mujer sabia

 

Resplandecen tus ojos de mar en la memoria

Tu amor que me ilumina

Mientras lloro y te extraño

Para siempre 

Los pronósticos deprimen
La sangre nos ahoga
La tristeza deja huellas
Los vecinos depredan

Y sigue la brizna de hierba verde creciendo en las grietas del cemento.

miércoles, diciembre 21, 2022

 











La tristeza es un océano  

y mi barca está horadada

 

Se quedó sin nudos primigenios

Sin aliento cósmico

Sin el fuego familiar de las estrellas

 

Hago agua por todas partes

 

Cuando era niña ponía la mejilla sobre el pecho desnudo de mi madre

Y su calor profundo me nutría la esperanza

La certeza de tenerla fue siempre el faro de mi vida

Su voz y sus palabras

 

Me hice ilusiones sobre su estancia en la tierra

Porque mi abuela fue longeva

Como tortuga marina

Pero mi mamá era un animal terrestre

Y se le escapó la vida veinte años antes

 

Se fugaron para siempre el aire y los latidos

De ese pecho calientito y suave

Que me enseñó el amor a la piel y los abrazos

 

Madre mía, voy atravesando la tormenta

Pero llueve cada vez más fuerte

domingo, septiembre 06, 2020

Si mañana muero

 


Si mañana muero

¿Qué habré hecho?

¿Qué semillas planté sobre la tierra?

¿Qué dolor curé con un abrazo?

¿Qué sentido tuvo estar despierta?


Si mañana muero

¿qué pinté en la primavera de las flores?

¿qué río se salvó de ser desierto?

¿qué marea cantó espuma viva,

resplandores de sal,

galas de gaviotas y cangrejos?


¿A quién amé, quién me amó, 

quién me supo cierta?

¿Quién cuidará a mi hija, a mis gatos, 

quién bordará mis cuentos?

¿A dónde iré, tan sola, tan fría?

¿A dónde irá mi cuerpo?


Si mañana no estoy

quién recordará mis manos,

quién me escribirá un poema,

quién vendrá al amanecer de un día tranquilo

a decirme

que sirvió de algo

que florece el aire

que no se extinguieron los besos

martes, junio 07, 2011

Vivimos

Aquí estamos vivas palpitando
Las félidas las musas las ventanas
La tortuga que ensancha verde su capa-razón
La estrella de los ojos insondables
Y el cuerpo de tierra, leche y cordones de luz

No nos vencerá la sordera amnésica
La carrera cotidiana por hacer pasar más rápido los días
Para sortearlos y no tocarlos con la lengua y la nariz

No

Preciosas
Vamos a navegar cada hora
Ondeando las banderas
Con la voz

jueves, abril 28, 2011

.

Los ojos en el agua no saben la verdad de la distancia
La dimensión de las trayectorias enlazadas
El color completo del silencio

Nada es preciso
Y el chapoteo no se escucha
Con el cuerpo

viernes, julio 25, 2008

Compartiendo la casa




















Ahora, todos los días, estoy obligada a quererme un poco más. Desde que comparto la casa. Me despierto más temprano que de costumbre, porque tengo hambre y sed y estoy llena de latidos. Tengo dos corazones y la cantidad de música que producen, síncopas, ritmos simétricos, silencios, me permiten quedarme callada y escuchando todo el día.

Miro las etiquetas, las leyendas, todos los indicios de que las cosas que nos rodean, hacen daño. No quiero comer sal refinada, ni lavarme la cabeza con metilisotiazolinona. No quiero ni acercarme al aspartame y los conservadores y químicos me asustan como nunca. Un montón de palabras nuevas me enredan la lengua, pero pocas me aterrorizan tanto como la oligodactilia o la sindactilia.

A la vez me siento un árbol y una fruta madura. Y la sensación orgánica de ser planeta, de formar parte inevitable de una naturaleza pródiga y sabia, no me permite llenarme de adrenalina. Tengo una calma feroz, que no conocía.

Mi cuerpo, que es imperfecto a todas luces para esta época, se vuelve de pronto de una valía incalculable. Y todo su funcionamiento maravilla y asombra. Es ideal. Es justo lo que necesita. Lo que necesitamos. Nuestra casa.

Estoy enamorada de la posibilidad y la esperanza. Del crecimiento y las hojas. De las manzanas. Ahora quiero vivir en esta casa para siempre. Y en mi caso, ese no es un asunto menor.

martes, febrero 12, 2008

Corte














El amor, 2007.

Es tan triste extraviar las semillas más claras,
la verdad y las frutas, las enredaderas.
Dejar caer a un abismo
las agujas enhebradas, la leña que aún está verde
y las carcajadas más hermosas del mundo.
Hay que llorar a gritos por tantos sueños perdidos,
por un amigo entrañable que no pidió permiso
y se fue de la vida sin dejarnos dirección para escribirle.
Es demasiado pronto para entender siquiera cómo será el borde de su ausencia.

jueves, enero 17, 2008

Amor a la envoltura

La cáscara del labio
la piel del corazón
las membranas elásticas del sueño
también hacen llorar si se desvisten.
Que suerte contar con las películas,
las capas, las cortezas
para mirar desde la cápsula
(desnudos no se sabe)
germinar
tantos huecos
de luz.

lunes, diciembre 31, 2007

Aviso de lluvia


fuego erosionado

Gira y gira
el tiempo
y las madejas
poco a poco
se cansan

Tanto corazón
es absurdo
en el planeta

El viento llueve
Y clama por el cielo precioso

Y un polvo denso y húmedo
envuelve como acero
las últimas cenizas

sábado, febrero 24, 2007

Sombras en el mar



Dicen que este es el paraíso:
un mundo de agua bajo la tierra caliza.
El mar del azul más imposible.
La lengua dulce como corazón de fruta.
El aire que canta.

Llegan las visitas, pasan las mareas.
Olas que viajan y vuelven a sus fuentes.
La fauna entera se prepara
y abren la boca los pájaros,
los niños,
y los peces,
para recibir el pan de los viajeros.

Algo se ha podrido en las venas del olimpo.
La sangre no alimenta a todo el cuerpo.
Unos cuantos se tragan, enormes, los pedazos
y dejan caer minúsculas migajas.
Cuando pueden,
capturan hasta lo que escurre por los bordes.
A la tierra no le dan nada,
y a la gente le dicen “mayita” o “chapita”,
como si hablar en chiquito hiciera menos feroz ese desprecio.

Torrentes inmensos de personas
acuden cada día
a pizcar microscópicos retazos
de la bestial abundancia que se ordeña;
sirven los platos,
enrollan toallas
y vierten el almíbar y los besos.
No tocan jamás los esplendores
ni sumergen sus pies en las piscinas.
Sus rostros esconden hartazgo y amargura.
Sonríen cuando escuchan campanas y monedas.

Los niños del caribe,
los verdaderos,
a veces no aprenden a nadar
y crecen sin acariciar el océano.

Los gigantes, sin rubor y sin bochorno,
se cuelgan el cartel de la inversión
y juran que plantaron otra selva,
crearon más empleos
y son los inventores de la filantropía.
Pero el día a día los desmiente.
Lo único verde que promueven son billetes.
No hay favor sin comisiones o recargos.
No se endulza ni un milímetro el corazón de México.

El pastel putrefacto es un edén, dicen,
los que ya tienen mascado su pedazo.
Y lo venden tamizado como harina
para que no se sienta la sal de su tristeza.

¿Imaginas la desolación
y el infortunio
si el infierno no fuera transparente?









jueves, octubre 19, 2006

Las cosas importantes















Tener una buena maleta es importante.
Con mucho espacio, para caber entera,
Con buenas ruedas por si hay que moverse pronto,
Y compartimientos laterales,
Para guardar los finales que estuvieron a punto de quedarse.

Hay que tener ropa con bolsillos
Que siempre habrá tesoros en las calles
Y cargar con lupa y catalejo
Para mirar el cielo y las hormigas.
El sombrero igualmente es necesario
Para reconocer nuestra voz en los espejos
Y saludar a nuestra sombra con una caravana.

Por unidades hay que tener al menos
Un cepillo de dientes vigoroso,
Dos zapatos gemelos confortables,
Tres intentos para ver si es la vencida
Y un amigo que no sea imaginario.
No están de más un hilo y una aguja,
Para zurcirse corazón y calcetines.

Un lápiz blando de grafito es indispensable
Para garabatear los bordes del periódico,
Declarar amor en servilletas,
Y dejar tu nombre y la frase
“Yo estuve aquí”
Sobre la barra de los bares.

Pero de sabios es tener una moneda
Y el número telefónico de alguien
Que recuerde cuál es nuestro disco favorito,
Qué autores desvelan y deslumbran
Por si alguna vez necesitamos,
Desesperadamente,
Auxilio postal.

viernes, agosto 25, 2006

Brújulas que no alcanzan













"Pez", Glipto29, 14 de julio de 2004.

Hay cosas que se saben desde antes:
Los finales sin olas,
El café desabrido,
Los restaurantes malos,
La cicatrización pobre de una herida,
Los oscuros nubarrones de tristeza.
Los sentidos avisan y aletean,
Claman por un golpe de timón y la amnistía.
Olemos, escuchamos, contemplamos:
Todo lo indica.

Pero algo pasa que no podemos retirarnos.
Estiramos la mano por una breve rendija soñadora
Con la esperanza temblorosa de que la profecía no fragüe.
Que algo le falte en la sangre y el corazón para no tener el cuerpo sólido.
Para ser únicamente una estela de vapor imaginaria.

Y entonces, acontece.
Como un reloj de arena imperturbable.
Grano a grano van cayendo los eslabones en la tierra.
Y ahí estamos
Otra vez
Sin calma:
Sosteniendo la cuerda para no quebrarnos,
Bebiéndonos aquel café impotable,
Mascando unas comidas horrorosas
Y sacando torniquetes y paraguas
Para protegernos de quién sabe qué
Catástrofe repentina.

miércoles, abril 26, 2006

Heridas
























En tu piel abierto el mapa
De sangre tu geografía
Las vetas de tu madera
Una tormenta de esquirlas
Las palabras enredadas
La boca y la lengua fría
La huella de las mareas
Los surcos y las astillas
Las neuronas que se empalman
Y dibujan su porfía
Una estrella desgarrada
Que filtra magma y ceniza
El cuerpo que grieta a grieta
Tiene tatuada la vida
Las venas y los ardores
La savia y la poesía
Arruga y arruga el tiempo
El relieve y las espigas
Y se aglomeran los peces
Para morder las orillas
Porque a pesar de las rejas
Y las entrañas vacías
No te cortaron las manos
Ni mataron tus semillas
En una cuenca del aire
Como una joya vestida
Tu corazón siempre danza
Y cura su carne hendida