miércoles, diciembre 21, 2022

 











La tristeza es un océano  

y mi barca está horadada

 

Se quedó sin nudos primigenios

Sin aliento cósmico

Sin el fuego familiar de las estrellas

 

Hago agua por todas partes

 

Cuando era niña ponía la mejilla sobre el pecho desnudo de mi madre

Y su calor profundo me nutría la esperanza

La certeza de tenerla fue siempre el faro de mi vida

Su voz y sus palabras

 

Me hice ilusiones sobre su estancia en la tierra

Porque mi abuela fue longeva

Como tortuga marina

Pero mi mamá era un animal terrestre

Y se le escapó la vida veinte años antes

 

Se fugaron para siempre el aire y los latidos

De ese pecho calientito y suave

Que me enseñó el amor a la piel y los abrazos

 

Madre mía, voy atravesando la tormenta

Pero llueve cada vez más fuerte