viernes, agosto 25, 2006

Brújulas que no alcanzan













"Pez", Glipto29, 14 de julio de 2004.

Hay cosas que se saben desde antes:
Los finales sin olas,
El café desabrido,
Los restaurantes malos,
La cicatrización pobre de una herida,
Los oscuros nubarrones de tristeza.
Los sentidos avisan y aletean,
Claman por un golpe de timón y la amnistía.
Olemos, escuchamos, contemplamos:
Todo lo indica.

Pero algo pasa que no podemos retirarnos.
Estiramos la mano por una breve rendija soñadora
Con la esperanza temblorosa de que la profecía no fragüe.
Que algo le falte en la sangre y el corazón para no tener el cuerpo sólido.
Para ser únicamente una estela de vapor imaginaria.

Y entonces, acontece.
Como un reloj de arena imperturbable.
Grano a grano van cayendo los eslabones en la tierra.
Y ahí estamos
Otra vez
Sin calma:
Sosteniendo la cuerda para no quebrarnos,
Bebiéndonos aquel café impotable,
Mascando unas comidas horrorosas
Y sacando torniquetes y paraguas
Para protegernos de quién sabe qué
Catástrofe repentina.